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Miomas uterinos, o fibromiomas, ocurren con frecuencia en mujeres durante sus años fértiles. Estos tumores no están asociados a ningún caso conocido de cáncer uterino. Son comunes y, generalmente, no producen muchos síntomas. Se descubren más frecuentemente durante exámenes pélvicos de rutina o en los exámenes de ultrasonido prenatal. El tratamiento generalmente no es necesario, mientras no causan ningún dolor significativo.
Los miomas uterinos pueden ser identificados en ultrasonografías (Thinkstock / Stockbyte / Getty Images)
hechos
De acuerdo con la Facultad Americana de Obstetras y Ginecólogos, los fibromiomas se pueden encontrar tanto dentro del útero como en el exterior. Estos miomas pueden variar entre los tumores del tamaño de los guisantes hasta tamaños grandes, como de 12 a 15 cm de diámetro. Una mujer puede tener de uno a varios y ellos pueden crecer lentamente o desarrollarse rápidamente. Algunos no cambian su tamaño en nada. La información estadística sobre el desarrollo de miomas uterinos sugiere que las afroamericanas tienden a tener este problema más que las otras mujeres.
síntomas
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos afirma que algunos de los síntomas más visibles de los miomas uterinos pueden incluir una sensación de estar llena en el bajo vientre, micción frecuente, dolor lumbar, dolor durante la relación sexual, y sangrado y dolor intenso durante la menstruación. El sangrado entre ciclos menstruales también ha sido reportado como un síntoma. En algunos casos, los problemas reproductivos pueden desarrollarse como resultado de esta condición, incluyendo el aborto espontáneo, el parto prematuro o incluso la infertilidad.
Miomas uterinos y la menopausia
Se cree que los miomas están asociados al estrógeno. Es por eso que no se consideran un problema común en mujeres prepútiles o para aquellas que están en la posmenopausia. Sin embargo, los cambios drásticos en los niveles hormonales que ocurren cuando una mujer se acerca a la menopausia o está en la perimenopausia pueden hacer que los miomas ya presentes se vuelven dolorosos. En algunos casos, el sangrado intenso y el dolor lumbar se pueden experimentar también.
diagnóstico
Un examen pélvico puede revelar la presencia de miomas uterinos. Un útero aumentado o que parece estar irregular o disforme puede ser signo de miomas. Un ultrasonido de la vagina o de la pelvis también revelará signos de miomas, o se pueden realizar justamente para confirmar su presencia. En algunos casos en que la causa de cualquier irregularidad en el área pélvica está en cuestión, una biopsia o una laparoscopia pueden ser realizadas para determinar si la condición es benigna o maligna.
tratamiento
La terapia hormonal se utiliza a menudo para tratar los síntomas de los miomas uterinos. Esto puede ser en forma de dosificación oral o por inyección. En algunos casos la cirugía puede ser prescrita. Esto puede incluir la histeroscopia quirúrgica ambulatoria, reducción quirúrgica del flujo de sangre hacia el útero (embolización de la arteria), o una histerectomía completa. La prescripción de hormonas y anticonceptivos orales puede ser parte del tratamiento y también se pueden prescribir analgésicos antiinflamatorios no esteroides.